Entrevista en Best Seller Español
David Yagüe (Madrid, 1982), coeditor de este blog, acaba de publicar “Bravo, Tango Siete, el contratista”. Periodista además de escritor, ha debutado en el campo de la novela con este magnífico thriller que nos ha tenido intrigados hasta el final.
¿Cómo surgió la idea de ambientar tu primera novela en un territorio tan lejano como Irak?
A mí siempre me ha interesado la historia de los conflictos, entre otros la primera guerra del Golfo y la guerra de 2003, y siempre he estado muy atento a la actualidad de lo que pasaba allí. Cuando empecé a escuchar las historias de los contratistas, lo que leía me pedía a gritos hacer un thriller, una novela negra, entre otras cosas por las situaciones tan injustas que se ven, que generan muchas opciones para contar una novela de acción. Creo que se trata del caldo ideal para ambientar una novela negra, una novela thriller como el que yo quería hacer.
A mí siempre me ha interesado la historia de los conflictos, entre otros la primera guerra del Golfo y la guerra de 2003, y siempre he estado muy atento a la actualidad de lo que pasaba allí. Cuando empecé a escuchar las historias de los contratistas, lo que leía me pedía a gritos hacer un thriller, una novela negra, entre otras cosas por las situaciones tan injustas que se ven, que generan muchas opciones para contar una novela de acción. Creo que se trata del caldo ideal para ambientar una novela negra, una novela thriller como el que yo quería hacer.
En España no se sabe mucho sobre los entresijos de los contratistas ¿verdad?
No, la verdad que hay pocos o nigún libro sobre ese tema en novela. Trabajos periodísticos hay más pero en concreto novelas no, y eso que estas navidades han tenido su hueco en nuestro país: por ejemplo han estrenado en España una película de Ken Loach sobre el tema, hay un videojuego, Blackwater, para la XBOX, y han salido en un montón de series como Jericho, pero sin tener un protagonismo concreto. Ese hueco lo llena esta novela. En algo he sido original. (Risas).
¿Cómo fue la labor de documentación?
Pues no ha sido fácil porque además Irak no es un país al que se pueda ir de turismo. Lo he hecho todo desde la lejanía, visitando muchas hemerotecas digitales de medios extranjeros, sobre todo, y leyendo muchos libros acerca de Irak, buscando testimonios tanto por Internet como en libros etc. Con toda esa información obtenida tienes que conformar el fondo de una historia para hacerla verosímil. Sigue siendo ficción, no es un trabajo periodístico ni un ensayo pero hay que hacerlo real para que la gente pueda identificarse con la historia.
¿Qué has querido conseguir con esta novela?
Pues a mí lo primero era que la gente se entretenga, que pasen unas buenas horas de lectura, que lo disfruten y les enganche la historia. Otro objetivo secundario es que se interesen por la situación de Irak, que les pique la curiosidad sobre el tema de los contratistas…Despertar la curiosidad con novelas entretenidas es una herramienta que funciona.
¿Alguna inspiración para el estilo de novela o para la creación de los personajes?
Mucha novela negra, no podría citar a uno sino a muchos autores. Esta historia tiene mucho que ver con esas novelas negras ambientadas en periodos de conflicto, como por ejemplo la novela de Carlo Lucarelli El comisario De Luca o las múltiples ambientadas en la Alemania nazi. En cuanto a la inspiración para los personajes, me esforcé mucho en que fueran bastante negros todos. Kassem es el prototipo de protagonista atormentado, sí, pero mucho más negro y un poco mas cruel de lo que suele ser habitual en protagonistas de este estilo de novelas.
¿Qué importancia tiene el hecho de que el protagonista sea iraquí?
Mucha. Podría haber contado esta historia desde el punto de vista americano y habría sido una de tantas novelas sobre un héroe americano que salva a un compatriota secuestrado en zona de conflicto. La gracia es que los protagonistas son iraquíes y tienen un punto de vista lo más iraquí posible. Y además, Kassem es lo bastante cercano a lo occidental para que sea, a su vez, más cercano al lector, pero sigue siendo iraquí. Quizá un occidental no vea tan mal a un contratista porque, por ejemplo, los que trabajan allí sienten que les protegen, pero un iraquí los percibe como tipos agresivos. Ese punto de vista no estaba contado y le aporta un valor añadido a la novela.
La novela es dura y tiene mucho contenido de violencia. Con la realidad de ese país destruido por la guerra, ¿habría sido posible otro tipo de acción?
Si quieres hacer una novela con acción y violencia en Irak no hay que inventar mucho porque atentados, tiroteos, conflictos entre sunitas y chiitas etc… ocurren continuamente. La violencia que se vive allí proporciona el campo perfecto para un thriller de este tipo.
¿Con quién te gustaría que te compararan en las reseñas de los periódicos?
(Risas) No hay que ponerse objetivos muy altos, pero no me importaría que me compararan con el escritor estadounidense Don Winslow, autor de “El poder del perro”.
A ti, como escritor novel, ¿te resultó muy complicado publicar esta obra?
Muchísimo, el panorama nunca ha sido fácil, y ahora con la crisis se ha vuelto una locura: editoriales pequeñas que aparecen y desaparecen, editoriales grandes que editan menos libros…esta novela fue firmada antes por otra editorial y no se pudo sacar, de hecho. Está complicado pero dentro de la labor del escritor está el ser perseverante y no rendirse ante una veintena de “no” por respuesta.
¿Cuál es tu postura con respecto a los nuevos formatos electrónicos?
A mí me encantaría que mis libros llegaran al formato digital y a un precio razonable. Tanto los libros en papel como en digital están a unos precios descabellados, lo que no quiere decir que defienda la piratería porque es aprovecharse del trabajo de otras personas y eso a nadie le gusta, ni al obrero ni al panadero. Pero también es verdad que las industrias culturales como las editoriales no están mirando esta cuestión bajo un prisma adecuado. Debería ser una gran oportunidad para bajar los precios y poner obras al alcance de todo el mundo, pero en lugar de eso, lo ven como una amenaza. Hasta que no cambien su forma de pensar y no se den cuenta de que es una oportunidad que nos va a beneficiar a todos, lo van a seguir viendo como un problema en vez de como un paso adelante.
¿Algún consejo para otros jóvenes escritores que estén buscando publicar sus obras?
Que escriban y escriban y no se dejen amilanar por la cantidad de respuestas negativas que seguramente recibirán. Eso también forma parte de la aventura.
Puedes leer la entrevista original que me hizo Ana Cordón, aquí.
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