Coppola

Francis Ford Coppola gana el premio Princesa de Asturias de las Artes. Me entero poco después del anuncio. Trabajando en un periódico digital no tiene mérito saberlo rápido. Mi primer pensamiento: el galardón es es muy merecido; Coppola es uno de los artífices de la mitología de la segunda mitad del siglo XX. Mi segundo viraje mental es más pueril y tontorrón: sonrío al imaginarme a nuestra princesita de revista vestida de domingo (versión Palacio de la Zarzuela) entregando el galardón al barbudo y veterano cineasta contracorriente. No sé si la princesa entregará el galardón, creo que aún se desconoce, pero me encantaría ver la instantánea y fijarme en la cara de él.

Da la casualidad de que recientemente he revisitado la trilogía de El Padrino. Sólo por ella ya merece la gloria de la que disfruta este director algo alejado en la actualidad de los focos. Pero además él es responsable de Apocalypse Now y La conversación. Casi nada.

Poco os voy a contar yo de esas películas que no se esté diciendo hoy. Así que sólo un consejo: vedlas.

Ya que ésta es la bitácora de alguien que se presenta como escritor prefiero hablaros un poco de una película que también he vuelto a ver hace poco y de la que Coppola fue guionista : Patton (no quitemos ojo a esta faceta de este narrador audiovisual total, no sólo por los textos de las películas que él mismo dirigió, sino por textos para otros como la versión de El gran Gatsby  de Robert Redford). Su trabajo en esta película le ganó un Oscar al mejor guión adaptado, compartido con Edmund North.

Patton es una película que narra, con mucho tino, la peripecia del general estadounidense George Patton durante la Segunda Guerra Mundial. La película es fabulosa. Y está genialmente interpretada por dos colosos como George C. Scott, que encarnó a Patton y le supuso su único Oscar, y Karl Maden, que interpreta a Omar Bradley. Los dos están superlativos.

Creo que a esta película se la olvida injustamente cuando se habla de los mejores filmes sobre un conflicto tan tratado en la gran pantalla. Las películas de combate y de soldados rasos suelen pesar más. Patton supo narrar con brío la guerra desde las cabezas de los altos mandos con gracia, claridad y visión crítica. El personaje de Patton, un tipo estrafalario, genial, loco, asesino, es una perita en dulce a la que el guión, actores y directores sacan todo el jugo. Todo en la película es un juego de luces y sombras, tan presentes en el personaje, y excelentemente ilustradas en la peculiar relación entre los dos personajes antes mencionados. Es una película de personajes. Y además, con buenas escenas bélicas.

El dato curioso es que están, si no recuerdo mal, íntegramente rodada en España: Almería, Navarra, Segovia… Son bastante reconocibles los interiores y exteriores de La Granja de San Ildefonso.

No es el trabajo que más se va a recordar de Ford Coppola esta jornada. Ni obviamente es su obra más representativa o mejor. De ellas ya se hablan en los demás sitios.

 

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About davidyc

David Yagüe Cayero, periodista y aprendiz de escritor. En su blog encontrarás temas tan variados como el cine, libros, cómics, actualidad y mucho más.

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